lunes, septiembre 10, 2012

La nueva enfermedad

Lo malo de no acordarme quien era y porque era así, ha sido la causa de una pseudo evolución, no me culpo de nada, pero si asumo las consecuencias de mis olvidos. Una vez fui otro, y ahora simplemente soy el mismo, pero mas enfermo; en aquellos días cuando sentía que poco iba bien y me azotaba contra los recuerdos y deseos que parecían eternos, no reparaba en el hecho de que un año o dos, un mes o dos, eran solo eso, tiempo en medidas especificas que a final de cuentas ayudan a cerrar ciclos y abrir otros, muchos otros. Lo gracioso de esta broma es que una y otra vez abandone defectos y rescate otros, por supuesto en la relatividad de los términos, porque tengo esa fina y delicada costumbre de fijarme en todo y darle la vuelta por todos sus lados, pero siempre habrá un lado oculto que si no era el mejor también debí haberlo visto, pero con el tiempo aprendí que son puras patrañas. Ni hay buenas, ni hay malas, aunque en cierto momento sentí que al hacer las cosas bien, me iría bien, vaya broma, o posiblemente fue esperar que me fuera bien lo que arruino las acciones positivas.

Después de algunos años y búsquedas interminables, lo único cierto es que tengo que vivir, por lo menos hasta que sea necesario, amparado en la esperanza de la utilidad de mi existencia.

El verano es todos los días.

El ciclo

Haciendo un recuento de las veces que se ha repetido el ciclo, me doy cuenta de la eterna ruleta en la que podría continuar girando mi exist...